¿Eres un pintor o un artista?

En el ámbito empresarial existen diferentes roles que desempeñan los empleados, y entre ellos se pueden distinguir dos perfiles claramente diferenciados: el pintor y el artista.
El pintor se caracteriza por ejecutar su trabajo siguiendo rigurosamente las directrices que se le han marcado. Es decir, cumple con las competencias que tiene establecidas y desempeña sus funciones de forma eficiente y efectiva. Su objetivo principal es alcanzar los objetivos marcados por sus superiores, utilizando las herramientas y recursos que se le proporcionan.
Por su parte, el artista es un perfil más creativo y proactivo. Este tipo de empleado no se conforma con seguir las pautas establecidas, sino que busca innovar y aportar nuevas ideas para mejorar los procesos y proyectos de la empresa. Para ello, no solo utiliza las herramientas que se le proporcionan, sino que también recurre a su creatividad para superar los obstáculos que se le presentan.
Es cierto que ambos perfiles son necesarios en una empresa. El pintor es imprescindible para ejecutar las tareas y funciones que se le asignan, mientras que el artista es fundamental para el desarrollo de nuevas ideas e innovaciones que permitan a la empresa evolucionar y mantenerse competitiva en el mercado.
No obstante, hay que destacar que el perfil del artista es cada vez más valorado en el entorno empresarial actual. En un mundo en constante evolución y cambio, las empresas necesitan empleados capaces de adaptarse rápidamente a las nuevas circunstancias y de aportar soluciones innovadoras a los retos que se les presentan. Además, su sensación de crear algo útil para la sociedad le hace sentirse importante y transcendental en cada proyecto que lidera.
Es importante destacar que, aunque he resaltado ene ste articulo las diferencias entre el perfil del pintor y el artista en una empresa, ambos son fundamentales y necesarios en su propio rol.
Por un lado, el pintor es imprescindible para la ejecución eficiente y efectiva de las tareas y funciones que se le han asignado, y su capacidad para cumplir rigurosamente con las directrices y objetivos marcados por sus superiores es fundamental para el correcto funcionamiento de la empresa.
Por otro lado, el perfil del artista aporta un valor añadido a la empresa, ya que su capacidad creativa e innovadora permite liderar proyectos y emprendimientos con iniciativa propia, ofreciendo soluciones novedosas y valiosas que pueden marcar la diferencia en un mercado cada vez más competitivo.
Por tanto, ambas figuras son importantes en la empresa, y cada una de ellas cumple una función específica y complementaria para el éxito de la organización. Es necesario valorar y fomentar ambas habilidades y perfiles en el entorno empresarial, para poder aprovechar al máximo el potencial y talento de cada uno de los empleados, y lograr así los objetivos empresariales con éxito.
¿Y tú? ¿ En este momento te consideras un pintor o un artista?
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